Amor, muerte y fantasía son los motivos argumentales de Giselle. Giselle y Loys se aman profundamente, pero él esconde un gran secreto: vestido de campesino, oculta su verdadera identidad: es el duque Albrecht y está comprometido con Bathilde. Cuando Giselle descubre la traición, su débil corazón falla sin vuelta atrás. La chica muere y se une a las Willis, espíritus de mujeres despechadas que murieron traicionadas por sus novios y que buscan venganza, haciendo bailar a los hombres que salen a su camino hasta morir de agotamiento. ¿Será Albrecht víctima de la mortal danza?
Giselle es la quinta esencia del ballet romántico: una historia donde las emociones son centrales, donde hay un amor trágico, así como personajes y mundos reales que se confunden con otros fantásticos como cementerios, bosques y noches de luna llena. A diferencia de ballets populares y que sin embargo fueron rechazados en su estreno, Giselle triunfó desde la primera función llegando al corazón del público, tanto por su historia, como por su música y mensaje. La presente versión de Luis Ortigoza, recoge el espíritu de la coreografía original, respetando la tradición. El artista dice que “la invitación es a venir a ver lo que el amor es capaz de lograr desde el más allá”.
Coreografía de Luis Ortigoza
Música de Adolphe Adam
Orquesta Filarmónica de Santiago
Ballet de Santiago
Equipo artístico
Director musical | Roberto Rizzi Brignoli
Escenógrafo y figurinista | Pablo Núñez
Iluminador | Ricardo Castro